FOR IMMEDIATE RELEASE (Español abajo)
March 9, 2021
The United Nations Committee on Economic, Social and Cultural Rights is initiating a periodic review of the situation of these fundamental human rights in Panama, including the right of every person to a standard of living adequate for health and well-being and to participate in the cultural life of the community. Ahead of this review, Panamanian Ngäbe and Buglé Indigenous groups, in collaboration with the Center for International Environmental Law, submitted information to this UN Committee regarding the detrimental impacts of projects to which they have not consented — including a project to build Transmission Line IV.
Today, Panamanian Indigenous leader Feliciano Santos, who coordinates the Movement for the Defense of the Territories and Ecosystems of Bocas del Toro, will be speaking directly with expert members of this UN Committee during its official preparatory session, which is expected to inform its review of the situation of human rights in Panama. In particular, Mr. Santos will share experiences from Indigenous communities whose lands, livelihoods, and ways of life have been jeopardized due to projects imposed within their territories, including Transmission Line IV.
Feliciano Santos, a representative of Indigenous Ngäbe, Buglé, and Campesino communities and Coordinator of the Movement for the Defense of the Territories and Ecosystems of Bocas del Toro (MODETEAB), stated:
For generations, our Indigenous communities have been dedicated to carefully protecting the plants, animals, rivers, and ecosystems that sustain us and heal us. To this day, we continue to pass on our peoples’ traditional practices and ancient knowledge about how to sustainably use and care for the land, water, and biodiversity on which we depend.
Yet our way of life is being threatened by economic interests from outside our communities. While mines, agribusiness, and hydroelectric projects are polluting our rivers, cutting down our tropical forests, and forcing us to leave our ancestral homes, residential tourism is devastating mangroves and polluting the ocean, destroying marine ecosystems and contributing to climate change. Quite the opposite, we want to exercise our right to self-determination, defining our own priorities, guided by our age-old customs and spiritual values of living in harmony with our Mother Earth.
Sarah Dorman, an Attorney with the Center for International Environmental Law (CIEL), stated:
This Committee has recognized the particular importance of respecting Indigenous peoples’ cultural values and rights as interwoven with their ancestral lands and with nature, which is essential for the preservation of their ways of life, traditional means of subsistence, and identity. With this first stage of its review of Panama, the Committee has a timely opportunity to emphasize the duty of the Panamanian government to protect the rights of Indigenous peoples to maintain their cultural traditions and identities and to decide how their lands, territories, and resources are used, so as to sustain their existence for future generations.
Comité de expertos de la ONU revisará la situación de derechos humanos en Panamá
PARA DISTRIBUCIÓN INMEDIATA
9 de marzo de 2021
El Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales está iniciando una revisión periódica de la situación de dichos derechos fundamentales en Panamá, incluidos el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado que asegura salud, bienestar y la participación en la vida cultural de la comunidad. Antes de esta revisión, grupos indígenas panameños Ngäbe y Buglé, en colaboración con el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, presentaron información a este Comité sobre los impactos perjudiciales de proyectos a los cuales no han otorgado su consentimiento — tales como el proyecto para construir la Cuarta Línea de Transmisión.
El día de hoy, Feliciano Santos — un líder indígena panameño quien coordina el Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro — conversará directamente con los miembros expertos de este Comité de la ONU durante la sesión oficial preparatoria del mismo, la cual se espera informe su revisión de la situación de los derechos humanos en Panamá. En particular, el Sr. Santos compartirá experiencias de las comunidades indígenas cuyas tierras, medios de subsistencia, y formas de vida se han puesto en peligro debido a proyectos impuestos dentro de sus territorios, tales como la Cuarta Línea de Transmisión.
Feliciano Santos, representante de las comunidades indígenas Ngäbe, Buglé, y Campesinos y Coordinador del Movimiento por la Defensa de los Territorios y Ecosistemas de Bocas del Toro (MODETEAB), declaró:
Por generaciones, nuestras comunidades indígenas se han dedicado a la protección cuidadosa de las plantas, los animales, los ríos y los ecosistemas que nos sostienen y que nos curan. Hasta el día de hoy, continuamos transmitiendo las prácticas tradicionales y los conocimientos ancestrales de nuestros pueblos sobre cómo usar y cuidar de manera sostenible la tierra, el agua y la biodiversidad de los cuales dependemos.
Sin embargo, nuestra forma de vida se ve amenazada por intereses económicos ajenos a nuestras comunidades. Mientras que las minas, agroindustria e hidroeléctricas están contaminando nuestros ríos, talando nuestros bosques tropicales y obligándonos a dejar nuestros hogares ancestrales, el turismo residencial está devastando los manglares y contaminando el mar, destruyendo ecosistemas marinos y contribuyendo al cambio climático. Muy al contrario, nosotros queremos ejercer nuestra autodeterminación, definir nuestras propias prioridades, guiados por nuestras costumbres ancestrales y valores espirituales de vivir en armonía con nuestra Madre Tierra.
Sarah Dorman, abogada con el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, por su parte, declaró:
Este Comité ha reconocido la particular importancia de respetar los valores culturales y los derechos de los pueblos indígenas, considerándolos como entrelazados con sus tierras ancestrales y con la naturaleza, lo cual es fundamental para la preservación de sus formas de vida, medios de subsistencia tradicionales e identidad. En esta primera etapa de la revisión de Panamá, el Comité tiene una gran oportunidad para enfatizar el deber del gobierno panameño de proteger los derechos de los pueblos indígenas a mantener sus tradiciones e identidades culturales, así como a decidir cómo se utilizarán sus tierras, territorios y recursos a fin de preservar su existencia para las futuras generaciones.
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