Coalition of Organizations Denounce IFC Loan in Panama: Electric Transmission Line Violates the Rights of Indigenous Communities

FOR IMMEDIATE RELEASE (Español abajo)
August 3, 2018

Panama City/Washington DC– A coalition of Panamanian indigenous organizations and international allies filed a complaint with the Compliance Advisor/Ombudsman (CAO), the accountability mechanism of the International Finance Corporation (IFC) of the World Bank, regarding a project to construct and operate a transmission line along the Atlantic coast of Panama. The project violates the fundamental rights of the indigenous communities of Panama — including the right to free, prior, and informed consultation — in addition to putting the region’s high biodiversity at risk.

“In approving the project, the IFC did not properly consult with communities affected by the transmission line, which violates the IFC’s environmental and social policies,” said Carla García Zendejas, Senior Attorney at the Center for International Environmental Law (CIEL) in Washington, DC.

“The indigenous community now asks that the CAO facilitate a dialogue with Empresa Transmisión Eléctrica S.A. (ETESA) to come to an agreement about indigenous communities’ claims to the land and to ensure that their rights are protected,” said Saturnino Rodríguez, chief of the indigenous congress from the north of Santa Fe.

The Transmission Line IV project was approved by the IFC on June 29, 2017, with a total budget of almost $2 million. The IFC is currently working with ETESA to open the bidding process for the construction and operation of the transmission line, which would extend more than 330 kilometers along the Atlantic coast. The transmission line would traverse indigenous communities, lands, and territories that have not been legally recognized by the government of Panama, and who would face social and environmental impacts as a result of the project.

“Facing this situation, the community feels dissatisfied and cheated with the process: a project without consultation that violates the rights of indigenous peoples whose territories are being surrendered to the pressures of development by tourism, agribusiness, energy, and mining industries,” said Feliciano Santos, of the Movement for the Defense of Territories Ecosystem of Bocas del Toro (MODETEAB).

As currently conceived, the transmission line would open the door to a coastal highway between the provinces of Colón and Bocas del Toro — a region of high biological diversity that has been inhabited by indigenous communities for generations which is referred to as the Mesoamerican Biological Corridor of the Panamanian Atlantic by the government of Panama.

Without the recognition of indigenous people’s territorial security or the possible damage that would be caused directly by the transmission line and indirectly by the new development projects associated with its construction, it would lead to real estate speculation, land dispossession, and destruction of livelihoods. This is already occurring in the places where the highway is being constructed on the Caribbean coast of Panama such as the Donoso district of Colón province, as well as, Changuinola and Bocas del Toro districts.

The CAO has already declared the complaint eligible and will be in communication with ETESA to begin the dialogue process proposed by the indigenous community.

For more information, please contact Feliciano Santos, MODETEAB coordinator; or Carla García Zendejas (cgarcia@ciel.org).

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PARA DIFUSION INMEDIATA

6 de agosto de 2018

Coalición de organizaciones denuncian préstamo de la IFC en Panamá

Línea de transmisión eléctrica vulnera derechos de comunidades indígenas

Ciudad de Panamá/Washington DC– Una coalición de organizaciones indígenas panameñas e internacionales presentó su queja ante la Oficina del Asesor en Cumplimiento (CAO), el mecanismo de rendición de cuentas de la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, sobre el proyecto para construir y operar una línea de transmisión por la costa atlántica de Panamá. El proyecto vulnera los derechos fundamentales de los pueblos indígenas de Panamá — incluso el derecho a la consulta previa, libre e informada — además de poner en riesgo la alta biodiversidad de la región.

“Al aprobar el proyecto, la IFC no consultó debidamente con las comunidades afectadas por la línea de transmisión, lo cual contraviene las políticas sociales y ambientales de la IFC,” dijo Carla García Zendejas, Abogada con el Centro para el derecho ambiental internacional en Washington DC.

“La comunidad indígena ahora pide que la CAO facilite un proceso de diálogo con la Empresa Transmisión Eléctrica S.A. (ETESA) para llegar a un acuerdo sobre los reclamos territoriales de los pueblos indígenas y así poder asegurar la protección de sus derechos,” dijo, el cacique Saturnino Rodríguez del congreso tradicional del norte de Santa Fe.

El proyecto de la Línea de Transmisión Cuatro fue aprobado por la IFC el 29 de junio del 2017, con presupuesto total de casi US$2 millones de dólares. Actualmente, la IFC está trabajando con la ETESA para licitar el financiamiento de construcción y operación de la cuarta línea de transmisión, la cual tendrá una extensión de más de 330 km a lo largo de la costa atlántica. Esta línea de transmisión atravesaría comunidades, tierra, y territorios indígenas que no han recibido el reconocimiento legal por parte del Estado de Panamá, y que también afrontaría impactos ambientales y sociales.

“Frente a esta situación el pueblo está inconforme y se siente burlado con el proceso: un proyecto inconsulto que vulnera derechos de los pueblos indígenas cuyos territorios están siendo sometidos frente a presiones de desarrollo turístico, agroindustrial, energético y minero,” dijo Feliciano Santos, del Movimiento por la Defensa de los Territorios Ecosistema de Bocas Del Toro (MODETEAB).

Como se concibe en este momento, la línea de transmisión abriría la puerta para la carretera costera entre las provincias de Colón y Bocas del Toro. Una zona de diversidad biológica que ha sido habitada por generaciones por comunidades indígenas y a la que el gobierno de Panamá se ha referido en distintos momentos como Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño.

Al no haberse reconocido la seguridad territorial o los posibles daños causados directamente por la línea de transmisión y de manera indirecta por los nuevos proyectos de desarrollo asociados, se conduciría a la especulación inmobiliaria, despojo de tierra, y destrucción de medios de vida. Así como está ocurriendo en aquellos lugares a los que ha llegado la carretera en la costa caribe de Panamá como el distrito de Donoso en la Provincia de Colón y  los distritos de Changuinola y Bocas del Toro.

La CAO ya declaró admisible la queja y estará en comunicación con ETESA para poder dar inicio al proceso de diálogo propuesto por la comunidad indígena.

Para mayor información, comunicarse con Feliciano Santos, coordinador de MODETEAB; o Carla García Zendejas (cgarcia@ciel.org).